Efectivamente, el gobierno de Emiliano García-Page destinará este año a inversiones productivas en la región 1.053 millones de euros menos que empleó el último gobierno de José Bono en 2004, todo ello a pesar de que dispone en el presupuesto de 1.000 millones más para gasto no financiero que hace trece años. Paralelamente, el actual gobierno destinará a los servicios sanitarios, sociales, educativos y culturales y de igualdad de la mujer el 56,65 % del total del presupuesto. En 2004, se alcanzó el 56,78%.
En 2004 el gabinete de José Bono destinó 627 millones a obras e inversiones públicas, mientras que en 2017 se destinarán tan sólo 175, o lo que es lo mismo la inversión en nueva infraestructura y el mantenimiento de la existente ha caído en trece años 452 millones de euros. Otro tanto sucede con los fondos destinados a subvencionar y estimular la iniciativa privada y de los ayuntamientos. Los fondos en 2004 ascendieron a 1.045 millones de euros. Este año, el gobierno de García-Page gastará 445, es decir 601 millones de euros menos que hace trece años.
El recorte de la inversión productiva afecta fundamentalmente a los servicios básicos: sanidad, educación y servicios sociales. En concreto el recorte en inversiones estos servicios es de 445 millones de euros. En 2004 el gobierno destinó a inversiones propias en los servicios que hoy presta la Consejería de Educación, Juventud y Deportes 113 millones de euros. Este año el gobierno gastará en instalaciones educativas, culturales, deportivas y de innovación 26 millones de euros. El recorte asciende a 87 millones de euros. La situación empeora si se tiene en cuenta el dinero que la Junta destina a subvencionar las inversiones que hagan otras instituciones y colectivos, fundamentalmente los ayuntamientos. En 2004 el gobierno de José Bono destinó 75 millones de euros a este fin. En 2017, la partida se queda en poco más de 11 millones.
La inversión en instalaciones sanitarias públicas ha caído en más de 90 millones de euros. En 2004 el último gobierno socialista presidido por José Bono destinó 144 millones de euros a mejorare los centros sanitarios y su infraestructura tecnológica. En 2017, se destinan a ese fin 54 millones de euros, a pesar de que hay varios proyectos de obra en hospitales en construcción o remodelación y de que existe un plan de mejora tecnológica.
En bienestar social se produce el recorte más elevado en las inversiones propias de la Junta de Comunidades en instalaciones para mayores, menores, discapacitados y dependientes. La caída de la inversión propia supera los 158 millones de euros y llega a los 185 si se tiene en cuenta las subvenciones a otros colectivos para inversiones en este tipo de instalaciones. El recorte en materia de inversiones sociales ha sido drástico y si en 2004 José Bono invirtió en centros propios de la Junta 164 millones de euros, en 2017 García-Page tiene la partida en poco más de 5 millones de euros. Las subvenciones para inversiones a realizar por terceros alcanzaban en 2004 los 28 millones de euros. En 2017, no llegan al millón de euros.
Las Cortes debaten este jueves la enmienda a la totalidad presentada por el grupo Popular al proyecto de ley de presupuestos para 2017, que recogen todos estos recortes. La ley se presentó en el Parlamento tras el principio de acuerdo al que han llegado el Partido Socialista y Podemos, y que supondrá la entrada en el gobierno de la formación morada, que votará a favor de estos presupuestos.
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