A día de hoy el gasto de estos programas en términos de riqueza regional distan todavía del 14,37% que destinaba la Junta en 2008, antes de que estallara la crisis económica.
Dentro de estas partidas, la más elevada es la destinada a la sanidad, a la que el gobierno regional destina en 2018 el 6,96% del PIB. Este porcentaje es inferior al registrado en los dos últimos años. En 2016 el dinero destinado por la Junta a sanidad representaba el 7,03% del PIB y en 2017 se situaba en el 7,05%.
En España el conjunto del sistema nacional de salud se financió con el 6,34% del PIB en 2016. Dentro de Europa, Alemania lidera el gasto público sanitario al que destina el 9,53% de su riqueza. Detrás está Suecia, con el 9,23%, Noruega con el 8,92%, Dinamarca con el 8,72%, Francia con el 8,66% y Reino Unido, con el 7,73%, Italia con el 6,71.
Sanidad recibe el 6,96% del PIB, Educación el 4,16%, los servicios sociales el 2,4% y la promoción de la vivienda el 0,11%
Le sigue en importancia, la Educación, en la que el ejecutivo autonómico gasta el 4,16% del PIB. Los 1.656 millones para 2018 todavía están por debajo de los 1.833 que se gastaba la Junta en 2008, son 177 millones menos lo que equivale a una reducción del 9,65% de lo que se gastaba hace diez años cuando el dinero para educación era el 4,74% del PIB. España en su conjunto destinó durante el año pasado el 4,27% de su PIB a educación. En el caso de Castilla-La Mancha la cifra del año pasado fue del 4,09%. En Europa los países que más dinero público invierten en educación son los nórdicos. Dinamarca destina el 8,63% de su riqueza, Suecia el 7,68%, Noruega el 7,37% y Finlandia el 7,17.
Otros países como el Reino Unido, destinan el 5,68% de su riqueza. Francia el 5,49%, Portugal el 5,13%, Holanda el 5,53%.
En seguridad, protección y promoción social el actual gobierno gastará el año que viene 955 millones de euros, el 2,4% del PIB y en promoción de la vivienda tan sólo el 0,11% del PIB. En 2015 el gasto en esta materia era del 0,12% del PIB.
La evolución del gasto en los pilares sociales: sanidad, educación y servicios sociales, ha crecido tan sólo 6 décimas durante la actual legislatura. Ese crecimiento ha sido posible en buena parte gracias a la reducción de los costes de la deuda autonómica en virtud de un mejor clima económico y financiero nacional que ha permitido a nuestra Comunidad refinanciar su deuda en mejores condiciones. De hecho el abaratamiento del dinero, la caída de la prima de riesgo y la evolución económica nacional han provocado una caída de 2 décimas en los costes del endeudamiento autonómico. En 2015, cuando la economía comenzó a salir del túnel, los costes de la deuda de Castilla-la mancha equivalían al 4,7% del PIB, para 2018, el gobierno estima que se queden en el 4,5%.