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La agencia de calificación DBRS ve beneficioso para CLM, Cataluña y Valencia, la reestructuración de su elevada deuda
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La agencia de calificación DBRS ve beneficioso para CLM, Cataluña y Valencia, la reestructuración de su elevada deuda

miércoles 25 de julio de 2018, 20:37h
La agencia canadiense de calificación crediticia Dominion Bond Rating Service (DBRS) ve con buenos ojos la reestructuración de la deuda que tienen las Comunidades Autónomas y que en su mayoría están en manos del gobierno central, que la ha facilitado a través del Fondo de Liquidez Autonómica. El informe de DBRS llega tras el acuerdo de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos con el que se establecía la senda para que las Comunidades Autónomas pudieran volver al mercado financiero a financiarse tras años de estar bajo el paraguas del gobierno central y del anuncio del gobierno central de una posible reestructuración de la deuda autonómica en sus manos.
Para la agencia de rating esa reestructuración sería especialmente beneficiosa para las Comunidades valenciana, catalana y castellano-manchega, porque son las que tienen un alto nivel de endeudamiento, tanto en valores absolutos como en relación a sus ingresos, y por tanto en relación a su capacidad de pago.

Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma con mayor deuda en relación a su Producto Interior Bruto. A finales de 2017 el porcentaje era del 36%. Los vencimientos anuales que debe pagar el gobierno regional de Emiliano García-Page por su elevado endeudamiento superan los 1.600 millones de euros. Su falta de capacidad para poder hacer pago de vencimientos más elevados hace que Castilla-La Mancha sea una de las excepciones del sistema y el gobierno central de Mariano Rajoy le permitiera tener un porcentaje de deuda mayor que al conjunto de las Comunidades Autónomas. En concreto este año puede alcanzar el 35,3% del PIB, mientras que el conjunto de las regiones españolas no pueden sobrepasar el 24,1%. Sólo a Valencia tiene un límite mayor, fijado en el 40,2% de su PIB. Precisamente los 14.436 millones que debía Castilla-La Mancha a finales del año pasado y su falta de capacidad para reducirla ha llevado a la AIReF a situar a nuestra Comunidad en alto riesgo financiero.

Del Fondo de Liquidez al de Facilidad

La cuestión tanto en el caso de la reestructuración como de la vuelta a los mercados es que las medidas están condicionadas a que las regiones cumplan sus obligaciones fiscales establecidas legalmente de objetivo de déficit, regla de gasto y nivel de deuda. Castilla-la Mancha no ha cumplido en ningún año el objetivo de déficit y el año pasado tampoco el de la regla de gasto.

La idea es que cada vez las regiones necesiten menos del Fondo de Liquidez Autonómica y pasen a un escalón menos exigente, el del Fondo de Facilidad Financiera. El último requiere el cumplimiento de los objetivos fiscales, no lleva la obligación de planes de ajustes y permite agilizar los pagos a proveedores incluso a coste cero durante los primeros dos años y un coste mucho menor al que lleva aparejado el FLA hasta terminar la amortización.

En opinión de DBRS la reestructuración supondría un alivio para las y permitiría a las regiones que tienen deudas con la central gobierno (15 regiones de 17) para suavizar su perfil de amortización, reduciendo más sus riesgos de refinanciación en el futuro. En opinión de DBRS, el mecanismo más probable de la reestructuración de la deuda es a través de una extensión de los vencimientos con un alargamiento de los perfiles de amortización en lugar de a través de los recortes nominales.

A fines de marzo de 2018, más del 58% del total de la deuda regional había sido financiado por el gobierno central (168 mil millones de euros). En el caso de Castilla-La Mancha ese porcentaje está en el entorno del 75% y nuestra Comunidad forma parte del grupo de ocho en el que más del 70% de su deuda está en manos del gobierno central

La agencia de calificación crediticia Dominion Bond Rating Service se encuentra entre las diez principales del mundo pero tiene sustancialmente menor tamaño que las tres grandes Fitch, Standard & Poor’s y Moody’s. DBRS es la única contratada por el gobierno español para evaluar la deuda soberana de nuestro país, después de que en enero el ejecutivo de Mariano Rajoy terminara de prescindir de las tres grandes, al anunciar que no renovaba contrato con Standard & Poor’s.

Fue en enero cuando el gobierno central se decantó por la canadiense DBRS, con sede en Toronto, tras una serie de presentaciones de informes más positivos sobre la situación financiera española en comparación con los de las tres grandes del sector.
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