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El gobierno de García-Page intensifica el uso de la sanidad privada en sustitución de la pública
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El gobierno de García-Page intensifica el uso de la sanidad privada en sustitución de la pública

domingo 29 de julio de 2018, 21:07h
Los datos oficiales revelan que el gobierno del presidente García-Page ha intensificado el uso de la sanidad privada, hasta el punto de que el primer semestre de este año es en el que más ha gastado en compromisos y facturas con clínicas privadas tanto en esta legislatura como en relación al último año del gobierno anterior. A finales de junio el gobierno ya había comprometido 37,34 millones de los que había reconocido obligaciones de pago por 31,71 millones. El presupuesto que le aprobó el Parlamento era de 47,77 millones de euros para todo el año para cubrir emergencias. Sin embargo, los fondos se están destinando como una gestión privada de la sanidad complementaria unas veces y sustitutiva otras de la sanidad pública.
Los datos demuestran que, a pesar de haber reforzado el presupuesto, aumentado las plantillas y renovado el parque de aparatos tecnológicos, el ejecutivo mantiene unos fondos para la sanidad privada, que lejos de disminuir se incrementan año tras año. Aunque cuando hace las previsiones y las presenta a los medios de comunicación sobre el papel sí se produce una ligera disminución, en la realidad los fondos se disparan a lo largo del ejercicio, en la confianza de que esta modificación pase desapercibida para la opinión pública.

El dinero contratado en el primer semestre de 2018 supera en más de un 26% el contratado en el mismo periodo de 2017 y en un 84,25% el del primer semestre de 2016.

Durante años y aún hoy, el gobierno mantuvo una fuerte campaña política contra el gobierno de Cospedal por el uso de estos fondos, acusándole de ser una de las vías con las que favorecía a la sanidad privada. Los datos revelan que el gobierno actual ha contratado en el primer semestre del año un 77,5% más que lo que hizo el ejecutivo anterior en el primer semestre de 2015, su última etapa de gobierno.

Esa misma deriva queda patente cuando en lugar de las cifras sobre los compromisos contraídos se comparan los de compromisos ya materializados, facturados y verificados por la administración regional. En junio, de este año el gobierno regional ya había contraído obligaciones de pago por el 66% de los fondos. El año pasado el porcentaje era del 53,6%, en 2016 del 33% y en 2015 (gobierno anterior) del 36%.

El año pasado el desmesurado uso de la sanidad privada por parte del gobierno regional provocó un desajuste presupuestario que fue destacado por la Intervención General del Estado a la hora de hacer el informe sobre el incumplimiento del objetivo de déficit por parte de Castilla-La Mancha.

A finales del primer semestre, el gobierno se había contratado más del doble del presupuesto para todo el año en operaciones de procedimientos generales en clínicas privadas. En el caso de algunas pruebas diagnósticas, como las tomografías había gastado 3,4 veces más el dinero consignado para todo el año. También había agotado con creces los fondos para endoscopias, rehabilitaciones, otros procedimientos terapéuticos y otros gastos en terapias oncológicas. Y tenía casi agotados los fondos que había presupuestado para intervenciones cardíacas o pruebas de ultrasonidos.

Si a finales de junio de 2015 el dinero facturado por las clínicas privadas y visado por la administración era de 18,7 millones de euros, en el mismo periodo de 2018 se eleva a 31,7, un 69,2% más que hace tres años.

Por bloques de gasto, se constata que mientras que el gasto en procedimientos quirúrgicos generales es 3,92% más bajo que en 2015, los de cirugía cardiaca se disparan un 281,47%. Y la compra de nuevos aparatos de alta tecnología no se deja sentir en las facturas de algunas pruebas. Durante el primer semestre del año, el actual gobierno ha multiplicado por 6 el gasto visado en tomografías sobre el realizado en el mismo periodo del año pasado 2017 y por 5 sobre el de 2015. En endoscopias ha gastado un 137,6% más que en 2017 y en pruebas de ultrasonido un 18,6%. Las facturas en pruebas de radiología especial crecen un 21,39%, las de resonancia magnética un 7,86%, las de medicina nuclear un 14,65%.
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