Castilla-La Mancha empeora su déficit estructural en 2 décimas y lo sitúa en el 1% del PIB

En el conjunto de las regiones españolas el saldo estructural en el periodo 2018-2020 se duplicó y el déficit pasó del 0,5% del PIB al 1% del PIB. O lo que es lo mismo, el gasto autonómico superó en un 1% del PIB los ingresos, lo que supuso mayor endeudamiento y una carga para las generaciones futuras, que serán las que deberán hacer frente a esa mayor deuda. En la comparativa, el gobierno de Castilla-la Mancha, aunque aumentó el déficit estructural lo hizo por debajo de la media de las Comunidades Autónomas

Sólo un gobierno de las Comunidades de régimen común ha logrado sanear sus finanzas en este periodo y llevarlas a superávit. Asturias pasó de un déficit del 0,6% de su PIB a un superávit del 0,4%. Canarias se mantuvo en superávit, aunque lo redujo del 1,2 al 0,2%. El resto de regiones presenta un exceso de gasto sobre ingresos, si bien ese déficit se aminora en Aragón (del 0,9% al 0,8%), Cantabria (del 0,7% al 0,4%), Extremadura (del 1,3% al 1%) y La Rioja (del -0,4% al 0,3%).

Otras regiones empeoran moderadamente su déficit estructural. Entre ellas está Castilla-La Mancha (que pasa del 0,8% al 1%), Aragón (del 0,8% al 0,9%)y Murcia (del -1,6% al -1,8%). En la que más se dispara el déficit es en Baleares, que se mueve en el 1,3% frente al 0,4% de dos años antes.

Las Comunidades con mayor déficit estructural, es decir que gastan más en relación a sus ingresos, por las políticas de sus gobiernos (descontando el efecto cíclico positivo o negativo de la economía) son la Comunidad Valenciana, que alcanza el 2%, Murcia (1,8%) y Baleares (1,3%).