Dice la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, un organismo sin vinculaciones con los gobiernos que vela por el cumplimiento de los compromisos fiscales de las administraciones públicas, que los castellano-manchegos deberíamos trabajar 135 días para poder pagar la deuda que ha generado el gobierno regional. Sólo los valencianos deben trabajar más, 155 días en total.
Y es que el crecimiento de la deuda regional se mantiene imparable y sitúa a nuestra región entre las que incumplirá el límite establecido para 2020, según ha dado a conocer la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF). El gobierno regional tampoco cumplirá el objetivo de deuda marcado para nuestra Comunidad del 35 por ciento. La AIREF estima que se llegará al 36,6. Nuestra deuda pública autonómica, además es de baja calidad y se sitúa a un solo escalón de alcanzar el nivel de bono basura.
Sólo los valencianos tendrían que trabajar más para cubrir la deuda de su ejecutivo
Durante 2016, el endeudamiento de la Comunidad creció tanto en valores absolutos como en relación al PIB regional, a pesar del incremento del Producto Interior Bruto de la Comunidad. Con record histórico, Castilla-La Mancha incumplió el objetivo establecido de sostenibilidad y estabilidad. La deuda se situó en 14.055 millones de euros y el 37 % del PIB. En 2015 era de 13.846 millones y representaba el 35,9% del PIB regional.
La AIREF destaca que Castilla-La Mancha es la segunda región española donde más días de trabajo por habitante se necesitan para pagar la deuda autonómica, 135, tan sólo por detrás de la Comunidad Valenciana, con 155 en total. Por encima de los 100 días, están también Catalunya, con 129 días, Illes Balears, con 110 días y Región de Murcia, con 106. Según la AIREF alcanzar del valor de referencia de dejar la deuda en el 13% en 2020 requiere un mayor esfuerzo en relación al resto de CCAA. Castilla-la Mancha cerró 2016 con una deuda del 37 por ciento del PIB.
En el conjunto del Estado, la deuda creció en términos nominales alcanzando un nuevo máximo histórico, sin embargo descendió en cuatro décimas hasta situarse en el 99,4 por ciento del PIB nacional, lo que ha permitido a nuestro país cumplir con el objetivo marcado por la Unión.
Las Comunidades Autónomas aumentaron su deuda en más de 13.000 millones de euros en relación a 2015, el comportamiento fue bastante heterogéneo, de manera que la deuda descendió solo en tres de las CCAA: en Illes Balears, Canarias y Cataluña. En sentido contrario, destacan los aumentos de las ratios de Aragón (1 punto porcentual), Cantabria y Castilla-La Mancha (1,1 puntos porcentuales), Extremadura (2,2 puntos porcentuales), Región de Murcia (1,5 puntos porcentuales) y Comunidad Valenciana (1,1 puntos porcentuales).
La dinámica prevista en el escenario neutral de riesgos por AIReF señala que Madrid, Navarra y el País Vasco son las únicas CCAA que alcanzarían un nivel cercano al valor de referencia del 13% del PIB en 2020 establecido en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
El gobierno regional incumplirá nuevamente los límites de endeudamiento en 2017, 2018 y 2019, según la AIREF
Las proyecciones de la AIREF adelantan que castilla-la Mancha tampoco cumplirá en 2017, 2018 y 2019 los límites de endeudamiento. Prevé que a final de este año se quede en el 36,6 por ciento en lugar del 35% establecido, en 2018 en el 36,4, superando en 2,4 puntos el límite en 2019 en el 36,3, con lo que se rebasaría el objetivo marcado para nuestra región en 3,5 puntos y en 2020 en el 36 por ciento del PIB.
En cuanto al coste de la deuda, la AIREF destaca que el acceso a los mecanismos extraordinarios de financiación (fundamentalmente el Fondo de Liquidez autonómica), con condiciones ventajosas respecto al mercado, ha supuesto un ahorro considerable de intereses para las CCAA, con una caída sustancial en el tipo implícito.
No obstante, el acortamiento del diferencial en los tipos (lo que paga el Tesoro y lo que pagan las Comunidades) junto con la mejora del entorno económico, abren la puerta al inicio de vuelta progresiva y paulatina al mercado financiero de las CCAA con niveles y dinámicas de deuda sostenibles.
La deuda de Castilla-la Mancha está a un solo escalón de alcanzar la calificación de especulativa o bono basura. Se sitúa, de momento en el último nivel del grado medio inferior, de "moderado riesgo de crédito".
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