Como ya adelantó clm21.es, el plan de reestructuración de la red de oficinas afectará principalmente a las dos Castillas, las dos Comunidades con mayor excedente de empleados.
Concretamente, en Castilla-La Mancha desaparecerá el 52% de la red de oficinas de ambos bancos, 141 sucursales en total. De ellas, 38 lo harán el próximo 18 de marzo, 6 en Albacete, 7 en Ciudad Real, 12 en Cuenca y 13 en Toledo.
Este es el siguiente paso en el plan de reestructuración de Unicaja Banco, tras iniciar un expediente de regulación de empleo (ERE) para un mínimo de 1.314 empleados y un máximo de 1.513.
Tras cerrar el pasado mes de enero el periodo de adhesión voluntaria al ERE y recibir más de dos mil solicitudes, la entidad ya está comunicando su decisión a los empleados y prepara la primera tanda de despidos que culminará con el cierre de oficinas de marzo.
Según las cifras que barajan tanto los sindicatos como Unicaja Banco, la aplicación del ERE supondrá la eliminación del 27% de los puestos de trabajo de la entidad en Castilla-La Mancha, donde cuenta con 271 oficinas y 947 empleados, que equivalen al 10,52% del total de la plantilla y al 18,24% de su red de sucursales.
El expediente de regulación de empleo de Unicaja forma parte del plan de reestructuración iniciado por la entidad tras la integración con Liberbank (antigua CCM), con el que se pretende recortar el gasto de personal tras la fusión en 200 millones de euros.
Las condiciones pactadas para el ERE incluyen prejubilaciones de entre el 52% y el 55% del salario anual para los empleados de entre 57 y 63 años, indemnizaciones de 30 días de salario por año trabajado (hasta 20 mensualidades) para los menores de 50 años y de 20 días (hasta 12 mensualidades) para los mayores de 63 años y el pago de cuatro veces el 50% del salario anual (hasta un máximo de 120.000 euros) para los trabajadores de 56 años.
Beneficio de 137 millones en 2021
El Grupo Unicaja Banco registró en el ejercicio 2021 un beneficio neto de 137 millones de euros, un 47% superior en comparación interanual. El beneficio incluido el fondo de comercio negativo (badwill) y los costes de reestructuración se situó en 1.113 millones. Al cierre del ejercicio, el tamaño de su balance alcanzó los 115.550 millones de euros, con un crecimiento en el cuarto trimestre del año del 5,9%.
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