La estimación del crecimiento del Producto Interior Bruto de Castilla-La Mancha referida al primer trimestre confirman la desaceleración de la economía regional y corrige ligeramente a la baja las previsiones de crecimiento manejadas por el gobierno autonómico. Los datos de evolución del PIB de enero a marzo han sido dados a conocer por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF).
El ejecutivo autonómico en sus estimaciones realizadas en el informe económico y financiero que acompañaba a los presupuestos para 2017, contemplaba que a finales de año la tasa de crecimiento del PIB regional será del 2,5 o del 2,6 y estará por encima de la media nacional en una o dos décimas.
Los datos del primer trimestre sitúan el crecimiento en tasa interanual en el 2,4 por ciento y el trimestral en el 0,6 por ciento. Esa tasa anual, de mantenerse, estaría entre una y dos décimas por debajo de las previsiones del ejecutivo que espera que el crecimiento se sitúe entre el 2,5 y el 2,6 a final de año.
Por otra parte, el dato trimestral sitúa el crecimiento de nuestra economía seis décimas por debajo de la nacional, es decir a un ritmo un 20% inferior, cuando el ejecutivo anticipó que nuestro PIB sería más dinámico que el nacional en una o dos décimas. Los datos revelan que mientras que España con una subida del 3% supera holgadamente las previsiones del 2,5% anual, nuestra Comunidad en cambio las corrige a la baja.
Los datos de la AIREF engloban a Castilla-La Mancha en el grupo de economías regionales que menos han crecido el primer trimestre del año. Extremadura (2,1) y Asturias (2,3) son los farolillos rojos y luego hay un grupo de cuatro regiones con idéntico crecimiento interanual (2,4) en el que además de nuestra Comunidad están La Rioja, Aragón y Cantabria. En el lado contrario, las economías más dinámicas son las de Baleares (4,2), Canarias (3,7) y Madrid (3,6).
Aunque la AIREF no ha facilitado el dato de crecimiento desagregado por sectores, hay que tener en cuenta que el de las administraciones públicas, el comercio y la industria representan casi el 60 por ciento del peso del PIB regional. Los últimos informes de coyuntura, incluido el del propio gobierno, ponen de manifiesto la caída de la producción industrial y de la licitación regional, mientras en el terreno positivo ponen el comportamiento de las exportaciones (aunque la balanza comercial se mantenga deficitaria), de la demanda interna en el comercio y del mejor comportamiento sector turístico.
La prórroga presupuestaria primero y la inestabilidad política y financiera después, presentan un escenario complicado para el tirón de algunos de los elementos claves en el desarrollo económico regional.
El Gobierno se afana en estas semanas en trasladar a la sociedad lo complicado de la situación al carecer de unos presupuestos. Algunos sectores estiman que esa sobreactuación del ejecutivo no contribuye a crear un clima de seguridad y estabilidad que sea propenso a la inversión privada. Piensan que algunos de los principales proyectos de inversión pública, sobre todo los sanitarios, los de saneamiento y depuración de aguas y carreteras pueden tirar de la obra pública, siempre y cuando el ejecutivo controle que no se le desvíen ni los gastos corrientes, ni el déficit como ha sucedido en el primer trimestre y durante el pasado año, lo que obligaría a realizar ajustes y recortes. Este descontrol ya provocó el pasado año recortes en el gasto público por valor de 645 millones de euros para tratar de cumplir con el objetivo de déficit, un ajuste que se dejó sentir especialmente en los gastos de inversión y de ayuda a la inversión, como ha venido informando clm21.es.
Una vez conocidos los datos de la evolución del PIB en el primer trimestre, el gobierno autonómico no ha hecho mención a ellos ni ha informado sobre si mantiene sus previsiones para final de año y 1ue medidas correctoras va a aplicar para garantizar el cumplimiento de sus previsiones económicas para 2017.
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