Durante el primer trimestre del año la Junta de Comunidades de Castilla-la Mancha no necesitó de instrumentos de pasivos financieros, por lo que la deuda autonómica a final de marzo se mantuvo en los 14.055 millones con los que cerró 2016.
Esa situación y la variación del producto Interior Bruto permitió que la deuda en relación al porcentaje del PIB cayera medio puntos, desde el 37 por ciento hasta el 36,5.
En su conjunto, la deuda de las Comunidades Autónomas a final del primer trimestre del año se situó en 279.264, lo que supuso un incremento de 2.365 millones euros desde final de año en el que se situó en 276.899 millones de euros. Porcentualmente y gracias al aumento del PIB nacional, la deuda autonómica era del 24,8 por ciento, una décima menos que a final del ejercicio pasado.
Castilla-La Mancha es la segunda región que más debe en relación a su riqueza. En concreto, la Junta debe el equivalente al 36,5 de la riqueza regional, sólo por detrás de la Comunidad de Valencia, que adeuda el 41,5. Cataluña es la tercera región española con un nivel superior al 35 por ciento de su PIB, en concreto alcanza el 35,2. Madrid es la comunidad que menor porcentaje de deuda tiene, el 14,9 de su PIB.
En valores absolutos, la que más dinero adeuda es Cataluña, con un pasivo financiero de 75.443 millones, le sigue Valencia con 44.111, Andalucía con 32.462 millones y Madrid, con 31.667 millones de euros.
Los datos de deuda pública según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE), han sido publicados por el Banco de España.
Castilla-la Mancha debe cerrar 2017 con una deuda que no supere el 35 por ciento de su Producto Interior Bruto En 2018 debe dejarla en el 34 por ciento y en 2019 en el 32,8 por ciento.
La mayor parte de la deuda regional está en manos del Gobierno Central, al que la Junta debe 9.603 millones de euros, el resto está en manos de entidades financieras.
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