La resolución será aplicable tanto en las reclamaciones en primera instancia como en los procesos de apelación.
El Tribunal Supremo considera en la ponencia correspondiente a dicha resolución que, en caso contrario, se puede producir un efecto disuasorio ya que, si se hace pagar al consumidor los gastos derivados de su defensa y representación jurídica, aunque gane el juicio, no se restablecen "la situación de hecho y de derecho a la que se habría dado si no hubiera existido cláusula abusiva, y por tanto el consumidor no quedaría indemne".
Esto es que, pese a que el consumidor logre una victoria frente a la entidad bancaria, el simple hecho de tener que asumir las costas podría no compensar con respecto al montante de la devolución de la cláusula suelo, lo que llevaría a muchos consumidores a evitar reclamar en el caso de reclamar cantidades moderadas.
La resolución surge a resultas de la sentencia adoptada por el Tribunal Supremo este jueves, en la que otorga la razón a un cliente afectado por las cláusulas suelo de La Caixa, y está respaldada por el voto particular de tres magistrados.