El PSOE apunta todas sus baterías contra Podemos y especialmente contra su secretario general, Pablo Iglesias, al que consideran el responsable máximo de que en España “vaya a gobernar la derecha y no se haya producido un cambio de izquierdas”.
La portavoz de la formación en Castilla-La Mancha, Cristina Maestre le enseñaba a Iglesias la puerta de salida, el PABLEXIT, como bromeaban algunos diputados regionales en la cafetería de las Cortes: “Es una decisión que tiene que tomar él. Ha perdido más de un millón de votos. Como candidato tiene que asumir sus responsabilidades. Y es evidente que cuando hablaba en campaña lo hacía en primera persona. Sin embargo cuando compareció para valorar los resultados empleaba el plural”.
Aunque el PSOE de Castilla-La Mancha ha bajado, hace valer que es la tercera región con mayor porcentaje de voto socialista.
Soberbia, ambición personal, afán de protagonismo… Son algunos de los términos que Cristina Maestre pone sobre el tapete, en voz alta, para señalar que “estamos en un contexto de elecciones generales, no de juego de tronos”. Lo hace intentando morderse la lengua porque en Castilla-La Mancha el Gobierno socialista depende del apoyo de dos diputados de Podemos.
En su análisis menciona varias veces la pinza que ha hecho Podemos con el PP al PSOE, rememora la de Anguita… “Han tenido en sus manos un gobierno de izquierdas y le han dado el gobierno a la derecha”
La portavoz socialista reconoce que el resultado de su formación no es satisfactorio, pero está encantada porque el PSOE es la fuerza referente de la izquierda tanto en España como en Castilla-La Mancha.
Y para consumo interno, el de los equilibrios de poder entre barones y territorios socialistas, Maestre pone en valor que Castilla-La Mancha, ”es la tercera Comunidad con mayor porcentaje de voto socialista de toda España, con un 27,31 por ciento, 4,65 puntos por encima de la media nacional que se ha situado en el 22,66%”. A fin de cuentas, el PSOE ha bajado en votos, pero todavía tiene un registro más alto que en el conjunto de España.
Maestre insiste en que “ni ha habido hundimiento ni ha habido sorpasso” y eso a pesar de la polarización que se ha producido en esta campaña electoral en la que falsamente se ha trasladado la idea de que solo había dos opciones: votar a Rajoy o a Iglesias. “Está claro que muchos ciudadanos han votado con miedo temiendo que llegara un gobierno que generara inestabilidad”.
Al tiempo y a preguntas de clm21.es niega que los resultados del 26-J puedan extrapolarse a unas elecciones autonómicas, que dejarían al PSOE con 9 escaños, de los 15 que tiene ahora. Todo ello, a pesar de que durante un año Castilla-La Mancha ha sido el laboratorio de las políticas socialistas para España.
La semana que viene se cumplirá el primer aniversario de la toma de posesión de García Page como presidente de la Comunidad. Y la situación de cara a la comunicación se presenta compleja. Si se hace exhibición de un balance extraordinario se corre el riesgo de tener que explicar las razones por las que esos logros no se han traducido en votos. Dicho de otra manera, evidenciarán cuando menos el fracaso de la comunicación gubernamental.
Considera que los datos no son extrapolables a unas elecciones autonómicas
Los dos municipios en los que el Gobierno se enfrentó a las crisis más graves en este año, Manzanares, donde se la legionela afectó a más de 200 vecinos y causó cuatro muertes, y Seseña, donde ardieron los neumáticos del vertedero, no han votado socialista. En Manzanares, el PSPE se quedó como segunda fuerza, por detrás del PP y en Seseña, el PSOE ha pasado a ser la cuarta fuerza.
El secretario general del Partido Popular ya había destacado momentos antes los errores de García Page al frente del Gobierno de la Comunidad. Lo que le ha valido el reproche de Cristina Maestre “está muy bien halagar a la jefa pero no debe hacerse trampas en el solitario porque los ciudadanos tienen muy claro su voto dependiendo de si se trata de unos comicios u otros”
Para Maestre, ahora, tras los comicios el PSOE va a seguir trabajando muy duro, como lo está haciendo el ejecutivo de Emiliano García-Page, para recuperar los derechos perdidos y devolver a los ciudadanos la sanidad, la educación o los servicios sociales que han recortado los gobiernos del PP. “Y lo vamos a hacer desde una izquierda moderada, responsable, intentando convencer a los ciudadanos que solo confiando en el PSOE puede haber un proyecto de cambio”.
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