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El Banco de España requiere a Caja Rural para que incremente sus porcentajes mínimos de capital de calidad
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(Foto: Sanva1959 vía Wikimedia Commons [CC BY-SA 3.0])

El Banco de España requiere a Caja Rural para que incremente sus porcentajes mínimos de capital de calidad

martes 16 de enero de 2018, 09:59h

Una vez conocidos los resultados del proceso de revisión y evaluación supervisora, el Banco de España ha requerido a Caja Rural de Castilla-La Mancha para que en 2018 incremente el porcentaje de las ratios de capital mínimas, cuyo mantenimiento se exige a los bancos para garantizar la solvencia y que se pusieron en marcha por el comité de Basilea III, tras la crisis financiera mundial iniciada en 2008. Estos ratios de capital sirven para medir la salud financiera de un banco y se calculan poniendo en relación los fondos con los que cuenta una entidad para hacer frente, de forma inmediata, a posibles imprevistos, con el riesgo que asume a través de los activos que tiene en el balance. El porcentaje se viene incrementando paulatinamente desde 2013 y debe alcanzar su máximo en 2019. Las entidades pueden superar los índices requeridos, pero nunca mantenerlos por debajo de lo marcado por el regulador.

En concreto, el Banco de España requiere a Caja Rural de Castilla-La Mancha que aumente la ratio mínima de capital Common Equity Tier 1 (CET 1) que debe mantener en casi ocho décimas y que pase del 7,13% requerido en 2017, al 7,905 en 2018. También ha notificado a la entidad que la ratio de Total Capital mínima debe pasar del 10,63% exigida en 2017, al 11,405 en 2018. Ambas medidas se refieren al capital regulatorio transicional (Phase In).

Estos ratios de capital incluyen el mínimo exigido por Pilar 1 de Basilea III (4,5% de CET 1 y 8,0% de Capital Total); el requerimiento de Pilar 2 (1,53%) y el colchón de conservación de capital (1,875%).

Por su parte, Caja Rural ha informado que hace tres meses la entidad alcanzaba un CET-1 del 14,31% y la ratio de Total Capital era del 15,21% y que, “por lo tanto, estos requerimientos de capital no implican ninguna limitación de las referidas en el Reglamento (UE) nº 575/2013 a las distribuciones en forma de pago de dividendos, de la retribución variable y de intereses a los titulares de valores de capital de nivel 1 adicional”. Esta norma europea regula los requisitos prudenciales de las entidades de crédito y de las empresas de inversión.

Para garantizar su solvencia, las entidades financieras están obligadas por el regulador a mantener un porcentaje de capital en relación a sus activos con riesgo. El CET 1 es el ratio que se toma como referencia para medir esa solvencia de los bancos y se basa no sólo en el capital ordinario de la entidad, (Common Equity) también en la ponderación de los riesgos.

Existen unos porcentajes mínimos establecidos por el Comité de Basilea, compuesto por los gobernadores de los bancos centrales del G10. Hasta la crisis financiera de 2008, este comité, en lo que se conoce como Basilea I y II establecía que esos mínimos se centraran en cubrir las posibles pérdidas de las entidades financieras.

La Crisis financiera puso al descubierto la debilidad de algunas entidades por el crecimiento excesivo de los balances y por la caída en el nivel de calidad de sus fondos propios. Ello motivó en 2010 que se acordase (Basilea III) la exigencia a los bancos de aumentar sus reservas para evitar nuevas situaciones de rescate bancario y, lo que se consideraba primordial en el seno de la gobernanza de las finanzas, que se pudiera entrar en pánico bancario y en el crack financiero.

Esas exigencias de Basilea III se dividen en los denominados tres Pilares. El Pilar I es el de requerimiento mínimo de capital. El II se refiere al proceso supervisor y el III a las reglas de divulgación de la información por las entidades a fin de fortalecer la disciplina de mercado.

Con la nueva normativa establecida en Basilea III se pasó de un requerimiento mínimo de Common Equity (antes de ajustes) de un 2% a un requerimiento mínimo de Common Equity (con ajustes) de un 4,5%. Si añadimos el colchón de capital que las entidades deben constituir, el importe del Common Equity debía ser de inicio de, al menos, un 7% del valor de los activos ponderados por riesgo. El proceso de aplicación es gradual desde 2013 hasta 2019 en el que se deben alcanzar los mínimos exigidos. La Phase In, incorpora únicamente aquello que el regulador considera obligatorio en cada momento concreto del tiempo. En cambio, el CET 1 Fully-Loaded incorpora todas las exigencias del regulador de cara a 2019 aunque con los datos actuales.

Caja Rural señala que a finales de octubre el CET-1 Fully Loaded era del 14,54% y del 15,45% para el Total Capital.

El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea llevó a cabo reformas el año pasado sobre el marco Basilea III para corregir la amplia diferencia existente entre entidades financieras en los activos ponderados por riesgo. Por ello llevó a cabo una serie de reformas en los modelos para exigir los requerimientos mínimos de capital. Esas reformas se centran en los activos ponderados por riesgo (valor del riesgo de cada una de las operaciones de efectivo, valores y préstamos concedidos a particulares, empresas, otros bancos y administraciones públicas) y empezarán a implementarse en 2022.

Hay que tener en cuenta que el coeficiente de capital basado en el riesgo, se calcula al dividir el capital regulador (capital ordinario por acciones y reservas) y el adicional (instrumentos de capital y deuda subordinada y reservas para deudas incobrables), entre los activos ponderados por riesgo. El resultado es el que determina.

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