Los elevados índices de morosidad responden a la reciente situación de crisis económica, que agravó sustancialmente el problema de los impagos en las comunidades de propietarios. No obstante, el Consejo General de Administradores de Fincas señala que la situación económica actual es mucho más favorable, con un entorno de recuperación, que no se refleja en igual medida en un descenso de la morosidad vecinal.
Pese a ello, la morosidad se redujo un 8% en el último año de estudio (2016) con respecto al año anterior. En Castilla-La Mancha se experimentó uno de los mayores descensos del país, con una caída de la morosidad en los gastos de comunidad del 8,2% . De esta forma, la región fue una de las 12 regiones (incluidas ciudades autónomas) que consiguieron rebajar su tasa de morosidad vecinal por encima de la media nacional: Melilla (-9,9%), Ceuta (-9,1%), Asturias (-9,6%), País Vasco (-8,9%), Cantabria (-8,7%), Castilla y León (-8,5%), Galicia (-8,4%), Navarra (-8,3%), Castilla-La Mancha (-8,2), Andalucía (-8%), Madrid (-8,1%) y Andalucía (-8%).
Los vecinos más morosos de CLM
Por provincias, si se divide la deuda acumulada entre el número de inmuebles residenciales, Albacete registra el importe medio de deuda más elevado, con 74,1 euros adeudados por inmueble. Le sigue de cerca Guadalajara con una media de 71,5 euros.
En Ciudad Real el importe medio a deber es de 63,8€, en Cuenca de 49,5€ y Toledo apenas registra 5€ de media, debido a que es la provincia con mayor volumen de habitantes y, por tanto, de inmuebles.
No obstante, Toledo acumula la mayor deuda con hasta 22,8 millones de euros de deuda en concepto de gastos de comunidad impagados. La segunda provincia con mayor deuda es Ciudad Real con 18,5 millones, seguida de Albacete con 16,3 millones. Las provincias castellano-manchegas que menor deuda acumulan son Guadalajara con 12,6 millones de euros y Cuenca con 7,9 millones.
En total 78,1 millones de euros a la espera de ser cobrados por las comunidades de vecinos en Castilla-La Mancha, de los cuales en torno a un 12%, según apunta el Consejo de Administradores de Fincas, se debe a problemas en la gestión de las entidades bancarias, pero señalan que los bancos terminan poniéndose al corriente de pago antes de vender los inmuebles.
Por contra, en el caso de los particulares morosos que venden sus viviendas, no tienen por qué ponerse al día en el pago de las cuotas pendientes, que heredará el nuevo propietario del inmueble. Si el anterior propietario no ha pagado, el nuevo dueño tiene que hacer frente a las cuotas del año corriente y los tres anteriores.
Reclamación del pago
El primer paso para reclamar el pago de la deuda contraída con la comunidad de vecinos pasa por convocar una junta en la que se acuerda la liquidación de dicha deuda. A renglón seguido se debe notificar al deudor el importe total adeudado y establecer una fecha límite para el pago. Aunque se puede hablar con el vecino moroso personalmente, los expertos recomiendan enviar una carta para que quede constancia.
Si el propietario sigue sin pagar después de haber acudido a la vía amistosa, la segunda opción es iniciar un procedimiento monitorio. Esta actuación consiste en el apercibimiento al vecino por vía judicial. Es obligatorio, eso sí, el acuerdo de la comunidad de vecinos.
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