De los casi 86.000 millones que el gobierno distribuye este año entre las Comunidades Autónomas por los impuestos compartidos según el sistema de financiación (50% de IRPF e IVA y 58% de impuestos especiales), Castilla-La Mancha recibirá sólo el 3,85% (4.300 millones), una cifra que contrasta con el peso que tenían antes de la pandemia (3,92% en 2018 y 3,89% en 2019). El dato adquiere mayor relevancia en la medida del fuerte incremento registrado en la recaudación del Estado en los dos últimos años.
En el periodo 2018-2023 el Estado ha incrementado la financiación a las Comunidades Autónomas por impuestos compartidos en casi un 30%, mientras que en el caso de Castilla-La Mancha el porcentaje se queda en el 28,18%. Los impuestos representan el 89,94% de las entregas a cuentas del Estado a las Autonomías, el otro 10,06% recae en los Fondos de Garantía para la prestación de los servicios públicos y el de suficiencia global.
En el apartado fiscal y, según los datos de las entregas a cuenta, la financiación por IRPF ha desbancado este año a la que se producía por IVA, que era la principal fuente de financiación fiscal de nuestra Comunidad en los últimos años. El IRPF deja en las arcas de la Comunidad 1.760 millones de euros, casi 500 millones más que en 2019. El IVA suponen 1.718 millones de euros, unos 180 millones más que hace cinco ejercicios. Por su parte, los impuestos especiales (gasolinas, cerveza, alcohol, tabaco, electricidad…) supondrán para las arcas autonómicas 827 millones, apenas 40 millones más que en 2019.
Por lo que respecta al segundo gran bloque de la financiación, el de los fondos (de Garantía y de Suficiencia), nuestra región recibe 1.610 millones de euros de los 12.492 totales. Eso supone el 12,89%. Este porcentaje si bien está por encima del 12,66% de 2018, dista casi medio punto del 13,35% alcanzado en 2021.